REFLEXIÓN ATMÓSFERAS
Peter Zumthor es un arquitecto suizo que obtuvo el premio Pritzker en 2009. Este libro es la transcripción de la conferencia titulada «Atmósferas» que se llevó a cabo en junio de 2003 «Atmósferas, las cosas a mi alrededor «
En la conferencia, Zumthor habla sobre cómo percibe la arquitectura, los prejuicios iniciales, las sensaciones que le provoca una obra, el espacio y su contenido, así como todo lo que simboliza para él. El arquitecto menciona la importancia de la «atmósfera» en la estética interior y exterior de un espacio. Además utiliza varias experiencias y reflexiones para explicar su concepto de espacio y consigue que la lectura sea fácil de comprender, aunque los temas explicados no lo sean tanto.
Las ideas y reflexiones más importantes de Zumthor se reflejan en varios puntos, entre ellos está la estructura del edificio o la combinación de los materiales.
La obra tiene un impacto físico y material que puede causar diversos efectos en una persona. El arquitecto afirma que el secreto principal de la arquitectura es «juntar cosas y materiales para crear un espacio único». Más tarde, Zumthor compara la arquitectura con el cuerpo humano, ya que ambos tienen partes esenciales para su correcto funcionamiento, aunque no siempre sean visibles.
Luego de experimentar con diversos materiales, descubrió que un solo material puede ser utilizado de muchas formas diferentes. Al combinar varios materiales, se dan cuenta de que las posibilidades son infinitas. Cada material tiene sus propias características como color, textura, peso y brillo, por lo que debemos explorar y encontrar combinaciones armoniosas y útiles.
La temperatura también concluye una característica clave en la arquitectura tanto física como psicológica, y es que el arquitecto pretende ajustar la temperatura de un ambiente a través de la iluminación, sombras, colores y otros elementos, siguiendo el ejemplo de afinar un instrumento musical. También, al usar diferentes materiales y formas (que se puede comparar con una orquesta que amplifica y mezcla sonidos), se le da importancia al sonido que, aunque muchos no perciban el sonido del espacio, este puede evocar recuerdos o sensaciones que suelen pasar desapercibidos.
Identificando las cosas de nuestro alrededor se consigue visualizar y defender que es crucial que en arquitectura todos los elementos se integren de forma armoniosa para que los usuarios experimenten sensaciones únicas, tal como él menciona haber sentido.
La arquitectura es un arte que se aprecia a través del espacio y el tiempo, no en un instante. Frecuentemente, se diseña la disposición de los edificios de manera que los usuarios sigan una ruta específica. La arquitectura no debe restringir la movilidad o la forma de vida. La obra debe atraer, no guiar.
JUEGO CON LA LUZ, ESPACIO Y VOLÚMENES
Seguidamente, el arquitecto explica cómo los diferentes tamaños de espacios pueden influir en el grado de intimidad que se siente en ellos. Lo público es amplio y apto para grandes grupos, mientras que lo íntimo es más pequeño y se limita a pocas personas.
También destaca el juego con la luz en la arquitectura. La luz y la sombra son herramientas que generan ambientes y sensación de movimiento.
Al terminar Zumthor decide expresar lo que más lo emociona de la arquitectura de manera clara y precisa.
En la introducción, el arquitecto anima a todos a mirar más allá de la funcionalidad de la obra, especialmente a los colegas arquitectos. En ese lugar sucederán muchos eventos, por lo que las obras serán como reflejos de la vida cotidiana.
Debemos empezar desde cero y centrarnos en lo más básico de los objetos, evitando las configuraciones preestablecidas. Así, los objetos mantendrán su esencia, lo que dará a la arquitectura un carácter especial. La obra será coherente, ajustándose a las necesidades y no a las configuraciones previas.
Finalmente, Zumthor destaca que la arquitectura es una forma de arte y belleza. La arquitectura debe ser bella además de funcional para cumplir con su propósito principal. El autor hace incapie en que lo útil y lo bello pueden ir juntos.
CRÍTICA
El texto me parece que aporta una postura interesante y diferente sobre la que enfocar la arquitectura. Para todos la arquitectura son simples edificios o conjuntos de materiales, un lugar donde residir pero sin la intención de ir más allá. En cambio el enfoque de Peter Zumthor va otro paso de la realidad, va más lejos de lo que se puede percibir visualmente.
Y es que, en arquitectura la parte sentimental que se crea en un espacio es lo más importante, la luz, el ambiente o los sonidos contribuyen a crear un espacio o una «atmósfera» en la que el individuo que la disfruta sea capaz de sentir emociones. Este intercambio y la fusión de arquitectura y espacio es necesario para crear verdaderas obras arquitectónicas, si no siempre van a ser considerados simples edificios.
Zumthor asegura que se debe diseñar conociendo el espacio y a la persona que lo va a ocupar, e intentando que pueda explorar unas nuevas sensaciones, además de conseguir que el edificio sea funcional y no solo el propósito de hacer un espacio bonito. La forma de un edificio debe reflejar un proceso de reflexión sobre el lugar, la belleza en un espacio es una consecuencia de un proceso de diseño que considera todos los elementos en juego como los materiales, la luz o el sonido.